Si bien, titular un texto (una supuesta bienvenida) citando una frase de una de las mejores revistas literarias de México (Moho) puede ser símbolo de formar parte "algo", o bien, que ser pedante y carente de originalidad; es mi sentir desear salud a los enfermos (yo, carajo, yo estoy enfermo) y desear enfermedad a la gente sana. No comprendo exactamente qué quiero decir con esto pero lo sostengo. Si eres un hombre exitoso, deseo tu ruina. Si eres un pobre miserable, como yo, lo único que puedes desear es salud y ocupar tu cuerpo en busca del placer. ¿Qué más puede buscar un ser mediocre si no los placeres más banales, esos que las buenas conciencias han repudiado desde hace siglos, para satisfacerse?

No soy alguien espiritual, no amo a la patria, no creo en la familia y le temo a la sociedad, y al resto de seres humanos que me rodean, y para colmo, pienso que el amor no es más que un eufemismo romántico que oculta una fusión espiritual-carnal a la que todos les gustaría alcanzar, pero que sólo en las películas o novelas, se puede representar fielmente (es decir, sólo ficción).

¿Me dan un segundo? daré un par de caladas a esta pipa de cristal, fina, elegante y delicada, como las manos de una señorita, o el terciopelo de un ataúd.

Bien, satisfecho mi deseo de placer premeditado y satisfecha ya mi feroz glándula pituitaria (basta ya de eufemismos baratos, lo que acabo de decir es que me estoy drogando mientras escribo este absurdo) proseguiré por los caminos ridículos y a la vez macabros de la auto presentación. ¿Qué podría decirles acerca de mi vida ya que tengo graves problemas filosóficos-psicológicos con el tiempo? A veces, llego a confundir lo leído o lo escrito con lo vivido, la ficción con la realidad, el pasado con el presente, los estados alterados de conciencia con la conciencia vulgar que se tiene después de despertar. No considero tener un pasado, ni un futuro, estoy aquí y la literatura (escrita o no por mí o por nosotros, da igual) es lo que vale. Da lo mismo de donde venga (da igual si es Héctor, Rodrigo, yo o quien carajos sea) lo que importa es la creación, no el creador. ¿Qué nos puede importar más, el ser humano y sus debilidades, o un Dios cuya ausencia parece ser su única fuerza positiva?

No sé qué más decir acerca de mí, pero supongo que después de leer lo anterior, se habrán quedado sin ganas de conocerme más. Hacen bien. Sólo me queda decir, que no busquen profundidad en mí, pues, como afirmaba Andy Warhol: Detrás de mi obra no hay nada.
A pesar no ser optimista ( y no doblaré las manos) me gustaría que esto creciera, y no por el bien de la humanidad, ni de nosotros mismos, sino para llenar de decepción a muchas más personas y así, poder morir tranquilo. Para terminar quiero citar una frase de Guillermo Fadanelli, que me parece bastante certera para un blog de este tipo:
Cualquiera que se sienta atraido por la lectura sabrá que entre más libros lee uno peor se siente entre sus vecinos. Mientras más lees te percatas con mayor claridad de la estupidez de los otros: te tornas agresivo, extraño y desembocas tú mismo en la imbecilidad.