Todos los grandes escritores y genios de la literatura universal han tenido siempre una fuente de inspiración basado en la estética humana para dar fuente de sus increíbles historias e ideas. Podemos tomar en varios autores la imagen de un ser superior en cualquier ámbito de belleza como la máxima representación de lo que se tiene por hermosura, es importante destacar que esta estética no se limita solamente a la belleza femenina, sino también y de igual manera en la belleza masculina. Como escritor, se tiene la libertad de recurrir a varios términos para dar nombre a este tipo de belleza, la mayoría utilizaban la palabra musa, que en la mitología griega, eran, según los escritores más antiguos, aquellas diosas de fuente de inspiración de la música, y ya posteriormente, de la poesía y de las artes. Hubo otros autores que utilizaron como idea de increíble belleza la palabra "Sílfide", quien era una criatura mitológica de la tradición occidental, y aunque su concepto dista mucho de ser popular, tiene sus orígenes en la obra de Paracelso, quien la describía como seres invisibles del aire, y aunque no hay mitos que estén relacionados con las sílfides, los alquimistas fueron los que siguieron hablando de ellas en su literatura hermética.

También existen otros conceptos un poco más ambiguos como el referente a los sucúbos y los incubos, que son seres dentro de las leyendas medievales y judío-cristianas, en las que los sucúbos (del latín succŭbus, de succubare, «reposar debajo»), eran demonios que tomaban la apariencia de una mujer con proporciones voluptuosas para seducir a los hombres en sus sueños, y tener relaciones sexuales para así quitarles su energía para poder mantenerse y así poder reproducirse con el semen del hombre, e inclusive algunas eran la fuente de inspiración para los artistas y estos las utilizaban como modelos en sus creaciones. Mientras que los incubos (del latín inccŭbus, de inccubare, «reposar en la cima»), eran los mismos demonios pero con apariencia masculina y copulaban con las mujeres durante las noches para así reproducirse y estos mismos hijos serían más susceptibles a tener enfermedades o nacer con discapacidades o deformidades.

Con esta idea, tomo también la referencia de que mi fuente de inspiración proviene de la belleza femenina, y no solamente de ella, sino también de mi acontecer, de mi pesimista existencia, de las situaciones que se dan a cada momento, porque se aprende más en los momentos de desgracia, que en los momentos de dicha y abundancia, y porque con la inspiración de la belleza, solo puedo obtener fragmentos de ella, de cada una de esas partes, tan lejanas a mí, que solo puedo saborearlas en mis pensamientos y en mis letras..